Baruj Berliner

Baruj Berliner

Baruj Berliner nació en Tel-Aviv, Israel, entonces Palestina, en 1942. Sus padres huyeron del régimen nazi en Alemania en 1937. Su madre, Charlotte, quien creció en Viena, era pianista, cantante y bailarina y su padre Shabtai fue un abogado y empresario, que participó como pionero en el desarrollo de la agricultura en Palestina mucho antes de que existiera el estado de Israel.

Baruj, de niño, creció en la cultura vienesa, con los sonidos de Johann Strauss, Franz Lehar y Emmerich Kalman. En su juventud aprendió con Oeden Partos, uno de los grandes compositores israelíes, quien fue director de la Academia de Música de Tel Aviv y ganador del Premio Israel que existiera el estado de Israel.

A los 12 años se fue de Israel a Berlín con sus padres por unos meses de vacaciones de verano, para reclamar la fortuna que los nazis le habian robado a la familia. Llevó tiempo recuperar la fortuna y las “vacaciones de verano” se extendieron de unos meses a 35 años.

Durante este período se graduó en la escuela secundaria en Berlín, en la Universidad de Zúrich en Suiza completó sus estudios académicos en física teórica y su doctorado en matemáticas. Fue actuario sénior en Swiss Reinsurance Company en Zurich, que es la compañía de reaseguros más grande del mundo, y fue invitado a dictar conferencias en diferentes universidades de todo el mundo. Publicó dos libros científicos y unos setenta artículos sobre estudios actuariales y finanzas. Su libro “Los límites de la asegurabilidad de los riesgos” se convirtió en un éxito de ventas y se publicó en varios idiomas.

Baruj Berliner regresó a Israel con su familia en 1990 y trabajó hasta su jubilación en 2007 como Investigador Asociado Principal y Presidente del Comité Científico en el Centro de Seguros Erhard en la Facultad de Administración de la Universidad de Tel-Aviv y como juez en el “Premio Berlín”.

En su tiempo libre, al escribir su tesis para su doctorado en matemáticas, paseaba por el lago de Zurich y anotaba en su cuaderno de música, las melodías que le venían a la mente.

En 1992 Berliner conoció en Israel, al excelente músico Najum Slutzker y volvió a los estudios musicales intensivos. Le mostró a Najum su cuaderno de musica y este fue el detonante para componer el poema sinfónico “Génesis”. En los treinta años de cooperación, Baruj y Najum se hicieron amigos íntimos. Además, Najum se convirtió en el productor y muchas veces en el iniciador de proyectos conjuntos diversos.

La creación de “Génesis” significa para Berliner la realización de un sueño.

Logró entrelazar los dos deseos más importantes de su corazón: la fe y la música.

“Génesis” para narrador y orquesta ya se presentó en 19 países. En cada país el narrador leyó el texto bíblico en el idioma local ya que la Biblia es el best seller de todos los tiempos que fue traducida a unos 700 idiomas.

Aquí hay una lista de las composiciones de Baruj Berliner:

El poema sinfónico “Génesis” para narrador y orquesta.

El poema sinfónico “El Sacrificio de Isaac” para narrador, tenor, barítono y orquesta.

El poema sinfónico «El sueño de Jacob» para narrador, barítono y orquesta.

La oratoria “Abraham” para narrador, coro de hombres/coro mixto y orquesta.

El poema sinfónico El sueño de Jacob inspiró a Berliner para componer cuatro conciertos que fueron interpretados con mucho éxito por excelentes y mundialmente famosos solistas:

El concierto para violín y orquesta “El sueño de Jacob”, el concierto para viola y orquesta “El sueño de Jacob”, el concierto para violonchelo y orquesta “El sueño de Jacob”, el concierto para clarinete y orquesta “El sueño de Jacob”.

Además, Berliner compuso siete danzas y valses sudamericanos, todos para orquesta sinfónica y de cámara, siete quintetos para piano y cuarteto de cuerda y “Chistes musicales” para piano, para piano y clarinete y para dos guitarras.

En la película «La escritura en la pared» se integró en la música de fondo el cuarto capítulo «Caín y Abel», del poema «La creación del mundo» y concluye con la oración “El male Rajamim (Oh mi Señor misericordioso)”, que fue compuesta junto a Serge Krutsenko y Najum Slutzker.

Berliner ha escrito además unos mil poemas, setecientos proverbios y unas decenas de cuentos, la mayoría en alemán y en parte en inglés. Los poemas en alemán se imprimieron hasta ahora parcialmente en seis libros. Al regresar a Israel escribió para su amada esposa Rujama más de tres mil poemas de amor en hebreo, parte de los cuales ya están impresos en siete libros.